¿Por qué Kiori?

Siempre me han encantado las piedras

Desde que era niña, en cada viaje encontraba alguna que simplemente me llamaba.

Sin entenderlo, sentía una conexión…

Tenía mi piedra de la suerte, mi amuleto, mi piedra de la buena compañía.

Lo hacía entre juego y magia, sin saber por qué… solo lo sentía.

 

Con el tiempo, empecé a investigar, a leer, a descubrir el mundo energético de los cristales.

Entendí que esa conexión no era casualidad.

Cada piedra tiene una vibración, una intención, un propósito.

 

 Además, mi papá era joyero…

Siempre me llamó la atención ver cómo una piedra se transformaba en algo tan especial.

El taller, los metales, las formas... eran parte de mi universo desde siempre.

 

 Pero también me encanta la música.

Desde chiquita me enamoré del violín.

Cuando no sabía cómo expresarme, lo hacía a través del sonido: el enojo, la felicidad, la tristeza… todo encontraba su lugar en la música.

Y así conocí los cuentos, las melodías, el poder de las emociones hechas vibración.

 

Hoy, también comparto sesiones de meditación, rituales y terapias con diapasones.

Porque la música también es medicina.

Y sé que, al igual que la intención, el sonido puede limpiar y activar los cuarzos.

Ambas —piedras y música— vibran, se alinean, y nos acompañan.

 

Así nació Kiori:

Una forma de unir lo que amo: la energía de la Tierra, la transformación del arte, y el poder de la vibración.

Para que puedas llevar contigo una joya que no solo embellece, sino que protege, equilibra, y te conecta contigo misma.

 

Gracias por estar aquí.

Gracias por formar parte de esta comunidad que cree en la belleza, la energía y la magia de lo natural.